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Cultiva Kale de Manera Fácil en Casa





El Kale es una hoja verde, miembro de la familia del repollo, muy resistente al frío la cual puede ser plantada a finales de la primavera y durante el otoño – invierno, si este último es de ser no tan extremo.

Las temperaturas bajas hacen que el Kale obtenga ese sabor dulce característico. Esta hortaliza se desarrollará de manera plena durante la temporada de otoño – invierno soportando temperaturas de hasta -10 grados Celsius.

El Kale se caracteriza por su versatilidad y adaptación tanto en huertas tradicionales o huertas elevadas, así como a maceteros y macetas, por lo que es ideal para ser cultivada en balcones, patios y terrazas.


Lugar y Condiciones de Siembra

Para un desarrollo exitoso del Kale, deberás ubicar tu macetero en un lugar que reciba la mayor cantidad de horas de luz solar, ya que esta planta requiere de sol directo, aunque puede llegar a tolerar algunas pocas horas de sombra o sombra parcial.

Utiliza sustrato o tierra bien aireada con un pH de entre 6.5 a 6.8 a fines de evitar el desarrollo de enfermedades. Asegúrate que el macetero permita un buen drenaje y evita suelos duros y apelmazados.

El momento ideal de siembra es durante el otoño, pudiendo ser cosechada entre 6 a 8 semanas durante el invierno.

Siembra y Cuidados

El Kale deberá primero germinar y convertirse en plantines para luego ser trasplantados a tu huerta o maceteros.

Utiliza contenedores para semillas y plantines, y siembra de a 2 semillas por espacio a los fines de asegurar el éxito de germinación. Entierra las semillas a unos 2 cm de profundidad.



En aproximadamente 15 días podrás trasplantar los plantines a tu huerta o maceteros respetando una distancia de entre 45 a 60 cm entre cada uno.

El Kale requiere estar bien hidratado, por lo que riega semanalmente entre 3 a 4 cm de agua y asegúrate un buen drenaje del macetero.

Mantén el área libre de hierbas nos deseadas a fin de evitar competencia y pestes.

Cosecha

El kale estará listo para ser cosechado dependiendo del tamaño de las hojas que deberán ser aproximadamente de una mano. Comienza a recolectar las hojas más grandes desde la base de la 
planta hacia arriba, y descarta aquellas marchitas y amarillentas.

Recomendamos dejar intacto el tronco y las hojas más pequeñas de la base ya que la planta seguirá produciendo hojas para próximas cosechas durante la temporada de invierno.


Mucho éxitos en tu cosecha! 💪💚 Nos vemos en el próximo posteo 📬

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